Cuelga imágenes en alguna parte prominente de tu
casa, de todas las personas que tú has discriminado previamente, para
que puedas mantener esa nueva conciencia presente. Solo si
se tiene el aprecio verdadero por lo demás, las otras cosas
positivas de tu ser van a poder desarrollarse. Es por ello, que no se debe decir, por ejemplo,
qué
sitio es más favorable o preferencial, o qué tipo de persona tiene los méritos
o no es
meritoria de tus esfuerzos,
para apoyarles y comunicarles tu servicio para el beneficio de ellos.
Así cuando una persona hace algún tipo de caridad, debe cuidarse mucho de no darla solo a la gente que le caen bien, sino darla realmente a los necesitados, pues todo lo que uno tiene es
un regalo de Dios y solamente si uno está dispuesto(a) a compartir lo que tiene con
los
demás, se pueden superar los pensamientos duales, la injusticia y entrar
en armonía con la voluntad divina.
La espiritualidad verdadera debe trascender los niveles inferiores egoístas. Mientras que uno
esté esclavizado en algún
tipo de egoísmo, la verdadera espiritualidad
no
puede florecer. Sin embargo, algún pequeño despertar de la espiritualidad puede manifestarse en
una
persona a pesar de sus diversas contaminaciones, pero realmente el sentirse bien, libre y sanado de los problemas de la existencia no será posible
mientras que uno no se purgue de las contaminaciones y de sus causas principales.
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